Petróleo y gas: procesos de separación en la extracción de petróleo y gas
Ken Sutherland. FiltSep Los sistemas involucrados en la extracción de petróleo crudo y gas natural de sus fuentes son una aplicación industrial vital para la filtración y los equipos de separación relacionados.
Los procesos involucrados se encuentran en un estado de cambio considerable, bajo presiones de todo tipo: tecnológicas, ambientales y económicas. Ken Sutherland revisa el impacto de estos cambios en los requisitos para este equipo.
En 2010 el consumo de petróleo crudo y gas natural representó más del 57% del consumo total mundial de energía en ese año. El resto lo componían carbón (al 30%), y luego nuclear y renovables al 13%. El cuadro de la situación en un solo año, dado de esta manera, no permite comprender el patrón de crecimiento (o disminución) en el uso de las diversas fuentes de energía.
De hecho, durante la última década (de 2000 a 2010) el consumo de petróleo crudo ha sido el de crecimiento más lento de los tres principales combustibles, con solo un 1,2 % anual. El consumo de gas natural mostró el segundo crecimiento más rápido, a más del doble de la tasa de petróleo crudo (2,8%) y, sorprendentemente (considerando el oprobio que le han hecho los activistas del calentamiento global), el consumo de carbón ha estado creciendo más rápido, a una tasa de más que tres veces la del aceite (4. 0%) – en gran parte debido a la rápida expansión del uso de China, más del 10% en 2010, a casi la mitad del consumo mundial de carbón.
Estas cifras de consumo también deben mirarse en términos de reservas globales de materiales energéticos, ya que las vidas útiles previstas actualmente, al menos para el petróleo y el gas, son bastante cortas.
La vida útil informada de los materiales energéticos (medida por la relación entre los recursos probados y la tasa de producción actual) para 2010 ha sido de 46,2 años para el petróleo y 58,6 años para el gas, lo que no es alentador para el futuro de una economía mundial basada en combustibles fósiles. Sin embargo, cabe señalar que las cifras de vida útil no han cambiado mucho en los últimos años, al menos para el petróleo y el gas, es decir, se están descubriendo recursos de combustible fresco a un ritmo suficiente para permitir el consumo mundial de combustible a un ritmo creciente.