Misiones desembarca en el mercado verde global
Desde la Revolución Industrial, los países del hemisferio norte son los mayores emisores de gases, liberando principalmente dióxido de carbono, con la combustión de los motores usados para el transporte, y la generación de energía. Así, desde 1880, por el exceso de estos gases en la atmósfera, y su efecto invernadero, se registra un calentamiento global y un cambio irreversible en nuestro sistema climático.
La alteración de los fenómenos meteorológicos, de las corrientes marinas y de los ciclos del agua, vienen repercutiendo cada vez más en eventos extremos por todo el mundo. Además de evidenciarse en el derretimiento del hielo de los polos, corrimiento de las regiones climáticas, y afectando gravemente a los pueblos en vías de crecimiento.
Las promesas incumplidas en los foros internacionales y las diferencias de criterios sobre los recursos naturales entre el gobierno nacional y las provincias, lleva a Misiones a impulsar con autonomía su propia visión para una profunda acción climática, aprovechando las experiencias y tecnología del conocimiento disponibles en la Tierra Colorada.
“El desembolso que se acordó en París nunca se hizo realidad, tampoco se ha materializado lo relativo a las pérdidas y daños que genera el Cambio Climático en poblaciones vulnerables.”
En 2015 -en la COP realizada en París- los gobiernos del primer mundo se comprometieron en empezar a asistir económicamente a los países que sufren estas consecuencias de la crisis ambiental, con un fondo de 100.000 millones de dólares anuales. Mientras que en la COP de Glasgow, en 2021, se empezó también a reconocer que la industrialización ha generado -y continúa generando- grandes pérdidas y daños a los países del sur global que deben ser compensadas.
Lamentablemente, el desembolso que se acordó en París nunca se hizo realidad, tampoco se ha materializado lo relativo a las pérdidas y daños que genera el Cambio Climático en poblaciones vulnerables, y a esto se suma la creciente demanda de fondos para desarrollar -a nivel global- nuevas tecnologías que impulsen el uso de energías limpias.
Desde la administración nacional argentina, se ha propuesto intercambiar los servicios ambientales de los bosques y humedales de las provincias principalmente por deuda externa y una pequeña proporción por fondos para solventar los gastos de abatimiento: la transición de herramientas convencionales a otras más sustentables. Y han centralizado todas las posibilidades de acceso al financiamiento a los bancos internacionales, acaparando e imposibilitando a los gobiernos subnacionales estas negociaciones.
“La administración provincial no ha caído en una actitud pasiva de espera, por el contrario, ha decidido continuar profundizando la Acción Climática.”
En el caso de la provincia de Misiones, haciendo valer su derecho a disponer libremente sobre sus propios recursos naturales, como lo establece la Constitución Nacional, se avanza en políticas que fortalezcan la toma de decisiones soberanas.
Mientras el pueblo misionero aguarda que lleguen aquellos fondos comprometidos desde el norte global, y los reconocimientos por pérdidas y daños, la administración provincial no ha caído en una actitud pasiva de espera, por el contrario, ha decidido continuar profundizando la Acción Climática.
“Así se crea la Banca Verde Sudamericana, una institución financiera dedicada a promover y respaldar el desarrollo sostenible y la protección del ambiente.”
En este contexto, se vuelve imprescindible contar con una entidad que esté a la altura de las circunstancias para poder negociar con entidades internacionales las discusiones sobre financiamiento y definir tratos justos que nos permitan un desarrollo sostenible.
El gobierno de Misiones continúa con su trayectoria de políticas ambientales y -en este caso- se pone a la vanguardia de los mercados de carbono, vinculando el expertise del Ministerio de Cambio Climático con toda la ingeniería contable del Fondo de Crédito de Misiones, y crea la Banca Verde Sudamericana, una institución financiera dedicada a promover y respaldar el desarrollo sostenible y la protección del ambiente, pero que -a diferencia de los bancos convencionales- tiene por objetivo canalizar recursos hacia proyectos y empresas que generen un beneficio de triple impacto.
Finalmente, es por esto debemos considerar que, con su enfoque claro hacia la economía verde, la BVS será un verdadero catalizador para la transición hacia un modelo económico más sustentable y resiliente e inclusivo que necesita la Tierra Colorada y con alcances para toda la región.