Los científicos utilizan bacterias para convertir el plástico en sustancias útiles

En la actualidad, el 91% de los plásticos producidos en el mundo acaban en vertederos o incinerados, lo que contribuye a problemas medioambientales, de fauna y flora silvestres y de salud humana. Este enfoque innovador consiste en utilizar múltiples cepas de bacterias, cada una con una función específica en la descomposición del plástico y la síntesis de nuevos productos.

Los investigadores descubrieron que este método era más eficaz que el uso de una sola cepa y que tiene potencial para reciclar una amplia gama de residuos plásticos y convertirlos en valiosos productos químicos.

Investigadores en biología sintética han creado un “consorcio bacteriano” capaz de descomponer plástico y transformarlo en material biodegradable útil, de acuerdo con un estudio reciente. Dos cepas modificadas genéticamente se encargan de no solo destruir plásticos tóxicos que contaminan, sino también de transformar estos residuos en plásticos reciclados que se pueden emplear para fabricar espumasadhesivos o incluso nailon, sin impacto adicional en el medio ambiente.

sUnos científicos han desarrollado bacterias modificadas genéticamente capaces de convertir eficazmente los residuos plásticos en sustancias químicas útiles.

Las bacterias descritas en un estudio publicado, pueden resolver el creciente problema de la contaminación por plásticos.

Según detalló el portal académicoSingularity Hub, la estrategia no se limita a los plásticos de tereftalato de polietileno (PET), uno de los más comunes, y posiblemente podría aplicarse a otros tipos de plásticos, abriendo la puerta hacia una “bioeconomía sostenible”.

El plástico tiene un rol crucial en la sociedad moderna debido a su maleabilidad, versatilidad y bajo costo de producción, pero es notoriamente difícil de degradar.

A pesar de que es tóxico para la mayoría de los organismos, algunas bacterias y hongos lo utilizan como fuente de energía, descomponiendo diferentes tipos de plásticos con enzimas especializadas. Sin embargo, estas cepas naturales son sensibles a la temperatura y la acidez y a menudo solo pueden descomponer plástico ya dañado por la luz UV o químicos.

Ideonella sakaiensis (izquierda) y los restos degradados de plástico que había ‘comido’ (derecha).

El método podría aplicarse en instalaciones industriales o directamente en entornos naturales para combatir la contaminación por plásticos.

Sin embargo, aún quedan algunos retos por superar, como la escalabilidad y la adaptabilidad a distintos tipos de plásticos