Las reservas de carbono en Argentina están al 46% de su potencial
Aapresid y la empresa Syngenta estudiaron suelos agrícolas y armaron un mapa de brechas entre el stock actual de carbono y los niveles alcanzables si se adoptan prácticas sustentables
Las reservas de carbono en los suelos de la Argentina hoy están al 46% de su potencial, y el área núcleo productiva que incluye centro y sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, está entre las que tienen niveles más bajos, con una brecha entre el stock actual y el potencial de aproximadamente un 80%.
Esos datos forman parte de los primeros resultados del mapa de brechas de carbono, un trabajo conjunto encarado por Aapresid y la compañía Syngenta, que formalmente le dieron el nombre de “Red de brechas de carbono”, de la que participan un centenar de productores. Analizaron 620 sitios de tierras agrícolas en el país para medir las brechas entre los niveles actuales de carbono orgánico que secuestran los suelos agrícolas y los niveles alcanzables y potenciales para cada región.
Por Sandra Cicaré
Desde la red se proponen no sólo producir información sino además ponerla a disposición de los productores los resultados en un trabajo colaborativo, que permita sumar datos y generar contenidos, para la toma de decisiones.
“Hay zonas donde los niveles actuales de carbono son muy altos y la brecha potencial es muy corta como en el sudeste de Buenos Aires, en la cual las reservas actuales están cercanas al 85% o 90%, mientras que en otras los stocks son muy bajos como en el centro sur de Santa Fe y norte bonaerense, donde la brecha se agranda”, detalló Florencia Moresco de Aapresid al presentar el mapa.
La forma de medir
El secuestro de carbono orgánico (COS) alcanzable es aquel al que se puede aspirar si se implementan prácticas tendientes a lograrlo como la aplicación de siembra directa, los cultivos de servicio, la rotación con gramíneas o la nutrición balanceada. En cambio, el COS potencial es invariable y representa el nivel máximo que puede almacenarse y depende de factores como el tipo de suelo, textura, profundidad.
Los especialistas de Aapresid y Syngenta presentaron ambos mapas que se obtuvieron a través de modelos de simulación con proyecciones a 20 y a 50 años.
“La adopción masiva de prácticas como siembra directa continua, rotaciones con gramíneas, cultivos de servicios y manejo balanceado de nutrientes ayudarían a cerrar la brecha entre lo actual y lo alcanzable y esto representaría un incremento de 15 a 20% de los niveles de COS actuales, y permitirá mitigar más de la mitad de las emisiones ligadas a la agricultura”, dijo Marcos Bradley, director general de protección de cultivos de Syngenta para Latinoamérica Sur.
Por otra parte, el ejecutivo explicó que son decisiones que se deben tomar “ahora” y “no hay opción” porque es un problema que se debe resolver en el presente porque “además podemos hacerlo”, indicó.
De modo que «únicamente incorporando las prácticas recomendadas que ya están siendo implementadas por los productores supondría mitigar alrededor de un 50% de las emisiones de gases ligadas a la agricultura», explicó Moresco. «Esto quiere decir que aportando desde nuestro lugar poco, vamos a estar colaborando de manera enorme en la lucha contra el cambio climático», aseguró para reafirmar el gran tema que se discutió en todo el congreso de Aapresid y que fue el lema de este año.
Actual, alcanzable y potencial
Moreno explicó en detalle el trabajo y lo discriminó entre el mapa de carbono actual, es decir las reservas en suelo y el alcanzable, es decir, lo que ocurriría si todos los productores agrícolas del país aplicaran las prácticas que ya están siendo utilizadas por algunos como los que participan de la red, que básicamente son cuatro: siembra directa, incorporación de 50% de gramíneas en rotación, cultivos de servicio y nutrición balanceada.
En ese sentido especificó que las reservas totales de carbono en Argentina en tierras agrícolas en los primeros 30 cm son de aproximadamente 53,5 toneladas de carbono por hectárea y representa alrededor del 13% de las reservas de carbono del país. Dijo que hay lugares donde está muy bien el nivel, como el sudeste de Buenos Aires donde se alcanzan en promedio actualmente de 100 tn/ha y otras donde las reservas actuales son bajas como este de San Luis, norte de la Pampa y sur de Córdoba.
Si se observa en cambio el mapa de carbono alcanzable, dice que el promedio en las tierras agrícolas argentinas son de 63,95 tn/ha, que representa un 19% más que el actual. O, dicho de otra manera “los niveles de carbono que tenemos hoy en los suelos están en alrededor del 80% de su capacidad máxima”.
Finalmente, “en la zona de la pampa húmeda (centro y sur de Santa Fe, oeste de Cordoba y norte de Buenos Aires) y sudeste de Buenos Aires _zonas humedas, con alto contenido arcilla_ los niveles potenciales de carbono promedio están cercanos al 144,5 tn/ha, es decir un 54% más que los valores que hoy tenemos”, agregó Moresco. Esto muestra que “hoy nuestras reservas de carbono están en un 46% de su potencial”, afirmó.
Las brechas
Con estos datos, la especialista explicó que en términos absolutos “tenemos una brecha total de 60,9 toneladas por hectárea”. Esto muestra diferencias respecto de con qué se lo compara. Si al stock actual se lo mide respecto de lo alcanzable _que se logra aplicando prácticas sustentables_ o si se lo compara con los niveles potenciales, donde se juegan factores intrínsecos del suelo.
De ese modo, la brecha entre el nivel actual y el alcanzable de 10,45 tn/ha de carbono, mientras que entre el actual y el potencial, se agranda a 50,35 tn/ha.
“En términos relativos podemos decir que existe una brecha total del 54%” y la pregunta es ¿qué pasaría si todos los productores del país adoptaran prácticas mejoradoras?. “Los niveles de las reservas actuales se incrementarían un 10% y llegarían a un 56% del potencial”, respondió Moresco.
Pero también consideró que para mejorar la situación en donde el potencial es mayor pero las reservas actuales son muy bajas “hay que pensar en estrategias de mediano y largo plazo más complejas que implican cambios en el uso del suelo”, que dijo entienden no pueden implementarse en todo el establecimiento pero tal vez en algunos lotes, como por ejemplo, “incorporar pasturas perennes pensadas para corte o pastoreo, pasturas permanentes, manejos silvopastoriles”, agregó Moresco.
“Este mapa necesita seguir nutriéndose de datos e información para robustecerse cada vez más”, detalló Bradley y por eso invitó a los productores a sumarse. “Hay que subirse a las formas de cambiar los sistemas y hacerlos más sustenables”, indicó el ejecutivo, quien confirmó que el próximo año la empresa seguirá trabajando con Aapresid para digitalizar este mapa y así ponerlo a disposición de los productores.
En tanto, Marcelo Torres, presidente de Aapresid señaló que este es un paso «muy importante», porque permite «tener indicadores concretos de cuán sustentable somos y si logramos trabajar en articulación con la agroindustria y llegar al consumidor, tenemos una gran oportunidad para que que la agricultura escale modelos más sustentables».