Heraeus lidera el reciclaje de insumos para imanes
En todo el mundo, crece la demanda por recuperar tierras raras de la minería urbana, es decir de los residuos electrónicos, de aerogeneradores y vehículos usados. La producción está en marcha en la planta de reciclaje de imanes de tierras raras más grande de Europa.
La nueva planta de Bitterfeld, cerca de Leipzig, pertenece a la empresa tecnológica Heraeus Remploy y tiene una capacidad de procesamiento anual de hasta 600 toneladas y está previsto aumentar hasta 1.200 toneladas a medio plazo.
Heraeus se ve a sí mismo como un actor clave en la economía circular sostenible al acceder a materias primas críticas para la industria europea de alta tecnología. Su objetivo es ofrecer una fuente local confiable de polvos de boruro de hierro de tierras raras para imanes utilizados en una amplia gama de aplicaciones, como motores de tracción de vehículos eléctricos de alto rendimiento, generadores de turbinas eólicas, aire acondicionado, almacenamiento de datos y sensores.
«Heraeus Remloy ha desarrollado una tecnología de reciclaje única para garantizar la disponibilidad a largo plazo de los imanes de neodimio, hierro y boro y establecer una economía circular sostenible», afirma el director técnico Alexander Buckow.
«Esta tecnología permite procesar imanes usados con ahorro de recursos, reduce el consumo de CO2 en un 80 % en comparación con la producción primaria, pero consigue la misma calidad de imanes.
La demanda se triplicará
Buckow espera que el reciclaje de imanes usados cubra más del 30% de la necesidad europea de imanes nuevos. La demanda de imanes de NdFeB podría más que triplicarse para 2040 debido a la electrificación y la transformación climática.
Heraeus enfatiza la necesidad de desarrollar soluciones sostenibles y garantizar que los recursos vitales se utilicen de la manera más eficiente y responsable posible.
«Para lograr este objetivo es esencial una colaboración eficaz entre las industrias de fabricación y usuarios de imanes», añade la empresa. «La industria y el gobierno también deben trabajar juntos para encontrar soluciones que reduzcan la vulnerable cadena de suministro de materiales de tierras raras en Europa y mantengan el papel de liderazgo de Europa en la configuración de un futuro sostenible para el mundo».