De plástico a combustible: una nueva alternativa contra su abandono
No todos los plásticos se pueden reciclar. Por suerte, ahora, unos investigadores de la Universidad de Delaware han descubierto un método para intentar reducir la presencia de este contaminante en el entorno
La idea de que ‘el plástico es reciclable’ es una de las más extendidas entre los consumidores. Sin embargo, sería mucho más acertado afrimar que, determinados tipos de plástico son reciclables, mientras que otros solo pueden acabar de valorizarse energéticamente: es decir, quemándolos en las incineradoras, que es la opción menos adecuada.
Por Álvaro Hermida
Cierto es que una botella de polietileno es 100% reciclable (uno de los plásticos más sencillos de reutilizar), pero, por ejemplo, un juguete de plástico no lo es, ni una manguera, una silla, un barreño o una percha de plástico.
«La conversión química es el acercamiento más versátil y efectivo a la hora de afrontar los residuos plásticos»
Para saber qué plásticos son reciclables y cuáles no, no debemos dejarnos guiar tan solo por el triángulo hecho con tres flechas y con un número en el centro que está impreso en el envase en cuestión. Solo vale el número, que tenemos que conocer de antemano. Dicho de otro modo, que tenga el ‘triángulo del reciclaje’ no significa que sea reciclable. Un claro ejemplo sería el famoso triángulo con un 3 en medio y una ‘v’ bajo él. Esto hace referencia a que se trata de PVC (polivinilo), que no se puede reciclar.
Es por esto que uno de los principales campos de la investigación científica en los últimos años haya sido encontrar formas de reutilizar industrialmente este tipo de plástico. Aunque muchas propuestas se han realizado, una de las más prometedoras acaba de ser publicada por un grupo de investigadores de la Universidad de Delaware en EEUU.
Este grupo de científico ha ideado un método capaz de convertir los residuos procedentes del plástico de un solo uso como los vasos, cubiertos, bastoncillos de oidos y pajitas, (prohibidos en la UE desde este año) en moléculas que se pueden usar para crear nuevos carburantes con altas aplicaciones, incluso en aviación.
Los investigadores han publicado su estudio en la revista ‘Science Advances’. En él detallan que, utilizando un novedoso catalizador y determinados nuevos procesos, son capaces de romper rápidamente las cadenas de polímero más resistentes en estos plásticos, conocidos como poliolefinas o polialquenos. Estas moléculas son de las más comunes en los plásticos de hoy en día, representando entre el 60% y el 70% del total de polímeros (la base de los plásticos) producidos.
La pandemia está multiplicando la contaminación por plástico de un solo uso
Jose Luis Gallego
Cierto es que procesos similares existían con anterioridad, pero como explican los investigadores, este nuevo método «no libera CO2 a la atmósfera«. Además, puede realizarse a ‘baja’ temperatura (a unos 250 ºC) en un proceso que solo lleva dos horas. Como explica Dion Vlachos, el investigador principal del equipo, «la conversión química es el acercamiento más versátil y efectivo a la hora de afrontar los residuos plásticos que no se pueden reciclar«.
Lo que consiguieron los investigadores fue, al añadir moléculas de hidrógeno a los subproductos obtenidos de los procesos previos, obtener nuevos compuestos, muchos de ellos combustibles y estables. «Esto nos proporciona moléculas ‘listas para usar’ para manufacturar lubricantes o combustibles de alta calidad«, explica Vlachos.