Crean una enzima que degrada los desechos plásticos en cuestión de horas
Un revolucionario descubrimiento podría ofrecer una solución al, por ahora, irresoluble problema de la proliferación de plástico en el planeta. Una enzima creada por ingenieros de la Universidad de Texas (EEUU) puede descomponer en cuestión de horas o días plásticos que normalmente tardan siglos en degradarse.
Este descubrimiento, que ha sido publicado en la revista Nature, podría ayudar a resolver uno de los problemas medioambientales más preocupantes del mundo: qué hacer con los miles de millones de toneladas de residuos plásticos que se acumulan en los vertederos y contaminan nuestras tierras y aguas naturales.
La enzima tiene la particularidad de poder potenciar el reciclaje a gran escala, lo que permitiría a las grandes industrias reducir su impacto ambiental mediante la recuperación y reutilización de plásticos a nivel molecular.
El proyecto se centra en el tereftalato de polietileno (PET), un polímero importante que se encuentra en la mayoría de los envases de consumo, incluidos los envases de galletitas, las botellas de bebidas, los envases de frutas y ensaladas y ciertas fibras y textiles. Constituye el 12% de todos los residuos globales.
El grupo de campaña Plastic Oceans dice que los humanos producen al menos 380 millones de toneladas de plástico cada año, más de 10 millones de estas se vierten en el mar. La mitad se usa solo una vez antes de desecharse.
Y más de cinco billones de piezas de plástico, en gran parte derivadas de los envases de alimentos y bebidas, así como de la ropa, flotan en los océanos del mundo y dañan cada parte de la cadena alimentaria, según una investigación internacional publicada en la revista PLOS One en 2014.
La Agencia de Investigación Ambiental dice que hay una bomba de tiempo de contaminación plástica de 10 mil millones de toneladas «activada en todos los rincones del planeta».
Otra investigación encontró que las personas que comen mariscos en el Reino Unido comúnmente consumen plástico.
El método más común para deshacerse del plástico, además de tirarlo al basurero, es quemarlo, lo cual es costoso y consume mucha energía, además arroja gases nocivos al aire.
«Las posibilidades son infinitas en todas las industrias para aprovechar este proceso de reciclaje de vanguardia», comentó Hal Alper, profesor en el Departamento de Ingeniería Química de McKetta en la misma universidad.
«Más allá de la industria de gestión de residuos obvia, esto también brinda a las corporaciones de todos los sectores la oportunidad de tomar la iniciativa en el reciclaje de sus productos. A través de estos enfoques enzimáticos más sostenibles, podemos comenzar a visualizar una verdadera economía circular de plásticos», puntualizó.
Por último, el equipo de investigación planea trabajar en la ampliación de la producción de enzimas para realizar la aplicación en el ámbito industrial y ambiental. Para esto, los investigadores presentaron una solicitud de patente para la tecnología y están considerando varios usos diferentes.
La limpieza de los vertederos y la ecologización de las industrias que producen muchos desechos son las más obvias. Sin embargo, hay otro uso potencial clave que es la remediación ambiental.