¿Cómo implementar una estrategia de economía circular?
En el mundo se generan 2,000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos cada año, de los cuáles el 45% no se gestionan adecuadamente, de continuar a este ritmo, para el 2050 los residuos llegarán a 3,400 millones de toneladas, revela el Banco Mundial.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora el 5 de junio, Carolina Pérez Guzmán, directora de circularidad de materiales de la consultora Kolibri, señala que las organizaciones pueden implementan estrategias de economía circular para tener un país más sostenible.
mar, 11 de junio de 2024, 4:03 a.m. GMT-3·4 min de lectura
En los últimos años las empresas han tenido más presión para migrar a un modelo más circular, desde regulaciones, normativas y la preferencia de los clientes; sin embargo, en México sólo el 16% de las grandes empresas tiene alguna medida de protección ambiental, de acuerdo con cifras del Inegi.
Además, el Informe global de la brecha de circularidad 2023 señala que en América Latina y el Caribe la circularidad tan solo llega al 1 por ciento.
Santiago Martínez Casas, cofundador y jefe comercial de Kolibri destacó que en México ya existen empresas que están realizando pruebas piloto de modelos de circularidad y descubriendo que la economía circular les genera ahorros económicos de forma directa y nuevos ingresos.
Beneficios de la economía circular
Los especialistas detallaron que al usar estrategias para hacer más eficientes los recursos como usar materias primas más eficientes y tener una mejor gestión de residuos, las empresas pueden tener una reducción en costos.
“Si esos residuos pueden convertirse en recursos, por un lado, se elimina el costo de disposición, como costo de tratamiento, y a la vez se puede convertir en un recurso que remplace una materia prima virgen que se utiliza”, precisó Carolina Pérez.
Es decir, se disminuyen los costos de tratamiento de residuos y estos se transforman en recursos que genere un ingreso extra a la organización al venderlos o procesarlos internamente.
Sin embargo, la reducción de gasto depende del tipo de material, por ejemplo; los metales o plásticos tienen mayores oportunidades de reciclaje, pero los compostables orgánicos o el unicel tienen más desafíos.
¿Cómo implementar una estrategia?
El primer paso, de acuerdo con Carolina Pérez es realizar un diagnóstico de línea base, es decir conocer “donde estas parado”, que áreas generan más residuos y cuáles son las de mayor oportunidad, porque no todas tienen los mismos beneficios
“Por ejemplo: entendiendo qué flujos de materiales maneja, o que flujos de residuos genera, cuál está siendo la composición de materiales: orgánicos, plástico o si es una mezcla, en qué punto se generan, si quedan dentro de la organización o si se queda a la largo de la cadena de valor y lo tiene el cliente, y una vez que se tiene ese nivel de circularidad inicial es que se puede priorizar un accionar”.
Si bien se requiere una inversión inicial, las organizaciones necesitan ser consciente que el retorno no es inmediato.
“Una de las barreras con la que nos estamos encontrando es esa celeridad que tienen las empresas, muchas veces, de implementar algo ahorita y la solución en mano mañana. Es fundamental poder tener ese mapa de recursos y materiales para construir ese business case de cambiar procesos, insumos, agregar un proceso adicional o encontrar los partners claves que van a encontrar en toda la cadena”, destacó Santiago Martínez.
Estrategias para una economía sostenible
Santiago Martínez puntualizó que estas estrategias y modelos de circularidad se pueden aplicar a cualquier tipo de empresa, de cualquier tamaño, ya sea pequeña, mediana, grande, y de cualquier rubro.
Para las pymes se vuelve importante llevar un proyecto por medio de alianzas, de una empresa del mismo sector o un cliente, porque pueden tener financiamiento conjunto.
“Esta colaboración multisectorial es valiosa en todas las cadenas, pero para las empresas chicas permite avanzar con líneas de acción que a lo mejor no podrían hacer”.
Una estrategia de economía circular efectiva comienza con un buen diseño, ya que el 80% del impacto de un producto o servicio se determina en esta fase. Estas son cuatro estrategias fundamentales para avanzar hacia una economía más sostenible:
- Reducir: Disminuir la cantidad de materiales y el uso de energía, a través de un consumo eficiente de los recursos.
- Ralentizar: Prolongar el uso de los materiales el mayor tiempo posible por medio de modelos de diseño que prioricen la durabilidad y la reparabilidad de componentes y productos.
- Circular: Mantener el valor de los materiales lo más alto posible, maximizando el uso de aquellos secundarios en la economía.
- Regenerar: Reemplazar materiales y procesos nocivos con recursos regenerativos como la biomasa, utilizando procesos como el compostaje y la biodigestión, para convertir la materia orgánica en nutrientes reutilizables.