Brasil avanza rápido hacia una movilidad sostenible con uso de biocombustibles, apuntan expertos

spanish.news.cn RÍO DE JANEIRO, 29 mar (Xinhua) — Brasil avanza con paso firme hacia una movilidad sostenible, con una matriz energética de perfil tan renovable que acaba atrayendo inversiones extranjeras, según comentaron expertos a Xinhua.

«La industria del automóvil tiene un elevado efecto multiplicador, es un importante generador de renta y empleo, por lo que se considera estratégica en los países industrializados. La movilidad sostenible y el control de las emisiones de carbono forman parte de la agenda mundial, y se han desarrollado diferentes tecnologías en busca de una mayor eficiencia energética y medioambiental», explicó a Xinhua el vicepresidente de la Asociación Brasileña de Ingeniería Automotora (AEA), Antonio Martins.

Explicó que países como «China, Estados Unidos o Europa han gastado grandes cantidades de fondos públicos en la adaptación de sus industrias. Brasil no dispone de los mismos fondos, pero acertadamente ha construido instrumentos legales y regulatorios para atraer inversiones capaces de aprovechar el alto contenido de renovables en nuestra matriz energética».

Actualmente, Brasil es el país con la energía más limpia entre las naciones del G20, con un contenido renovable del 48 por ciento en su suministro de energía primaria y del 88 por ciento en su matriz eléctrica, según datos de la estatal Empresa de Investigación Energética (Epe, por sus siglas en portugués).

En febrero, el 46,4 por ciento de toda la gasolina se sustituyó por etanol, y a partir de marzo el biodiésel sustituirá al 14 por ciento del gasóleo fósil, hechos que muestran la voluntad de Brasil de ser cada vez más sostenible y tener una movilidad más ecológica.

«Nuestro parque de turismo y vehículos comerciales ligeros se estima en 45 millones, de los cuales el 86 por ciento son flex-fuel, capaces de utilizar gasolina o etanol. En febrero, el 31,3 por ciento de esta flota utilizó etanol, lo que equivale a más de 12 millones de vehículos con emisiones de carbono próximas a cero, es decir, la mayor flota de vehículos limpios del mundo», resaltó Martins.

Según el vicepresidente de la Asociación Brasileña de Ingeniería Automotora, «con semejante matriz energética renovable, Brasil puede aspirar a atraer inversiones industriales y, para ello, se ha esforzado acertadamente en crear las condiciones adecuadas ofreciendo seguridad normativa».

En este sentido, el Gobierno brasileño lanzó hace unos meses el programa Mover, que introduce el vector ambiental en los objetivos de eficiencia de los fabricantes de automóviles. De forma innovadora, define el análisis del ciclo de vida, también conocido como criterio «de la cuna a la tumba», como métrica para cumplir los objetivos de emisiones de carbono a partir de 2027.

Este criterio, reconocido en los círculos científicos como el más exhaustivo y completo, evalúa las emisiones procedentes de la extracción de minerales, su procesamiento, la fabricación de piezas y componentes, la logística, el ensamblaje, el funcionamiento durante su vida útil y la eliminación final de los vehículos y sus componentes. Para confirmarse, el programa debe ser aprobado por el Congreso y pasar después a la fase reglamentaria.

Otra medida es el proyecto de ley de Combustible para el Futuro, que establece objetivos para las mezclas de biodiésel, una banda más alta para las mezclas de etanol en la gasolina, promueve el desarrollo del biogás y el biometano, el gasóleo verde, el combustible de aviación sostenible y el hidrógeno verde.

Para Paulo Jorge Antonio, director de Emisiones y Consumos Pesados de la AEA, «Brasil avanza a pasos rápidos hacia la transición energética y la movilidad sostenible, como muestran los distintos proyectos que, o ya se aprobaron, o se están estudiando en el Congreso».

«A este conjunto de medidas se suma RenovaBio, el Programa Nacional de Biocombustibles aprobado como ley en 2017 e implementado a partir de 2020, que incentiva la innovación y la eficiencia en la producción de biocombustibles que avancen hacia las cero emisiones», resaltó.

Para Antonio, «solo hay cinco centros de desarrollo de ingeniería de automoción en el mundo, Estados Unidos, Europa, China, Japón y Brasil. Con iniciativas como Mover y los proyectos para tener unos combustibles menos contaminantes, Brasil lidera la definición de reglas a largo plazo consideradas definitivas por la ciencia, incorporando el principio de neutralidad tecnológica y ofreciendo seguridad regulatoria».

Como resultado, ya se han anunciado inversiones por valor de más de 115.000 millones de reales (23.000 millones de dólares) en el sector de la automoción.

Para Martins y Antonio, estas medidas sitúan a Brasil a la vanguardia de la regulación mundial de la movilidad sostenible y en condiciones de ofrecer soluciones de movilidad diversificadas, adecuadas y accesibles a un amplio abanico de países en situaciones similares de desarrollo e infraestructuras