Marcas no circulares: «ríndanse y tendrán un juicio justo»
Fuente ComunicaRSE Una nueva encuesta internacional publicada por ING pone de manifiesto cómo está cambiando la actitud de los consumidores hacia aquellas marcas que no priorizan la sostenibilidad y los aspectos ambientales.
Según los datos de la encuesta, los consumidores continúan siendo parte de un modelo lineal de «economía de conveniencia» que se basa en «coger, hacer y desperdiciar» a expensas de que las empresas ofrezcan una transición más fluida hacia la «economía circular» que fomente un compromiso significativo con los principios circulares de «reducir, reutilizar y reciclar».
Tal y como desvelan los datos del informe: “Aprendiendo de los consumidores: Cómo los cambios en la demanda están moldeando la transición de la economía circular de las empresas», la mayoría de los encuestados cree que su comportamiento y sus elecciones pueden tener un impacto positivo en los desafíos ambientales mundiales (83%). Además, el 61% dice que estaría menos dispuesto a comprar el producto de una empresa si descubriera que su desempeño en materia de prácticas ambientales es deficiente.
Las conclusiones del estudio, que ofrecen un análisis detallado de las interacciones de los consumidores con marcas de moda, alimentación y electrónica; ponen en relieve las actividades circulares de los consumidores y el apetito por nuevos modelos de productos y servicios. Además, el informe señala los beneficios que obtienen las empresas que se adaptan al principio de la economía circular: «reducir, reutilizar, reciclar»; y que se alinean con los cambios que les demandan los consumidores en esta materia.
Según las conclusiones de la encuesta, para captar la oportunidad de la economía circular y comprometerse con los consumidores, las empresas deben comprender primero las barreras que impiden la adopción generalizada por parte de los consumidores:
- Concienciación y educación: En la industria electrónica, sólo el 21% de los encuestados piensa que las empresas proporcionan información detallada sobre el impacto ambiental de los productos; el 41% no sabe dónde acceder a los servicios de reparación; el 71% no conoce las plataformas de intercambio de dispositivos; y el 39% no puede distinguir entre plásticos reciclables y no reciclables.
- Empoderamiento y seguridad: La razón principal para no reparar la ropa es la creencia de los consumidores de que, para hacerlo, necesitan habilidades que no tienen, (un 48% de los encuestados así lo considera). Por otro lado, la seguridad de los datos es la segunda preocupación más citada (42%) en relación al alquiler de dispositivos electrónicos.
- Infraestructura circular y conveniencia: El compromiso con prácticas circulares más novedosas está siendo frenado. El 41% de los encuestados piensa que alquilar ropa requiere mucho más esfuerzo, y el 36% afirma que el tiempo es una barrera para reparar los dispositivos.
- Coste: El precio continúa siendo un factor decisivo para muchos consumidores al comprar ropa, comida o dispositivos electrónicos. Más de la mitad de los consumidores (54%) eligen productos low-cost o fast-fashion en lugar de otros más caros y duraderos.
Para que las empresas puedan hacer frente a estas barreras necesitan una comprensión más profunda de la motivación del consumidor. En este sentido, el análisis de ING identifica tres grandes grupos: «Campeones circulares», «Simpatizantes circulares» y «No comprometidos». El informe identifica dentro de cada sector industrial las diferentes decisiones de compra, comportamientos y motivaciones de cada grupo en la adopción, o no, de prácticas de economía circular. A través de la comprensión de las diferencias en las motivaciones de cada segmento de consumidores, las marcas pueden obtener una visión de cómo hacer la transición hacia modelos de negocio circulares.
En un informe relacionado publicado el año pasado, ‘Oportunidad y Desorden: Cómo el pensamiento circular puede cambiar los modelos de negocio de EEUU”, casi cuatro de cada cinco empresas estadounidenses tenían la intención estratégica de implementar un marco de economía circular (62%) o ya habían establecido uno (16%). Los dos informes de economía circular de ING reflejan el progreso de las empresas y los consumidores en la transición y la participación en el modelo económico circular.