Sector Vivienda aprueba Hoja de Ruta hacia una economía circular en agua y saneamiento en Perú
- La Hoja de Ruta permitirá ejecutar acciones para el uso eficiente y el aprovechamiento del agua potable y residual en el Perú.
Escriben: Francisco Rivasplata y Grecia Medina / Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA
El último 6 de julio se publicó el Decreto Supremo 007-2024-VIVIENDA que aprueba la Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en Agua Potable y Saneamiento. La circularidad de la economía ha sido recogida en la Política Nacional de Competitividad y Productividad (2018) y en el Plan Nacional de Competitividad y Productividad (2019) para la promoción de la sostenibilidad ambiental en las actividades económicas que busca reducir y hacer más eficiente el uso de recursos. En ese sentido, la Hoja de Ruta permitirá ejecutar acciones coordinadas para el uso eficiente y el aprovechamiento del agua potable y residual en Perú.
En el marco de este nuevo modelo de gestión de economía circular, se han aprobado hojas de ruta en el sector Industria (2020) y en los subsectores Pesca y Acuicultura (2023). Asimismo, actualmente se encuentra en elaboración la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2030, bajo el liderazgo del Ministerio del Ambiente (Minam).
En el sector Vivienda, a partir de la publicación del Decreto Legislativo 1620, en diciembre del 2023, que modifica el Decreto Legislativo 1280 “Ley del servicio universal de agua potable y saneamiento”, se ha incorporado el principio de economía circular, a través del cual “los prestadores de servicios de agua potable y saneamiento deben disponer la valorización de los subproductos que se obtengan de la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento, a través del reúso y reciclaje de los mismos, según correspondan; promoviendo la reducción al mínimo de la generación de estos, a través del consumo eficiente del agua potable, la reducción de agua no facturada y la conservación de fuentes de agua”[1], impulsando con ello, la aprobación de la Hoja de Ruta de Economía Circular, conforme se dispone la norma modificatoria.
Según lo señalado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)[2], la transición hacia una economía circular implica un cambio significativo en la manera de producir y consumir, adoptando un modelo económico que fomente la creación de valor de forma sostenible.
¿Qué es la economía circular y por qué es importante?
La economía circular significa un cambio de paradigma en relación al modelo económico lineal basado en “tomar-hacer-desechar”, y considera tres principios: a) eliminar residuos y contaminación; b) mantener productos y materiales en uso y; c) regenerar sistemas naturales. Asimismo, reconoce al agua como un recurso finito. En función a ello, busca reducir su uso, superar la escasez y mala calidad del agua, priorizando su reutilización[3].
En la Hoja de Ruta del sector Vivienda se define a la economía circular como el “sistema económico que utiliza un enfoque sistémico para mantener un flujo circular de recursos, recuperando, reteniendo o aumentando su valor, mientras contribuye al desarrollo sostenible”[4]. En ese sentido, la Hoja de Ruta se vincula con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 de las Naciones Unidas: “Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”, ya que busca asegurar la disponibilidad del agua a partir de la conservación, restauración y protección de las fuentes de agua y la organización eficiente de los elementos de la cadena de valor del agua, superando el sistema de producción lineal, el cual ha mostrado no ser eficiente.
La implementación de la economía circular en el sector agua y saneamiento aporta muchos beneficios: contribuye en la lucha contra el cambio climático al reutilizar las aguas residuales y reintegrarlas a los ciclos productivos; ayuda en la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero y la generación de residuos; genera oportunidades de negocios circulares en torno a la provisión de agua potable y saneamiento; promueve el desarrollo de programas de compras públicas circulares; entre otros más.
Además del ODS 6, la implementación de esta economía circular en el sector agua y saneamiento está alineado con el Pacto de Glasgow por el Clima, uno de los principales resultados de la COP 26 de Cambio Climático, debido al uso de fuentes no convencionales en el tratamiento de aguas residuales lo que disminuye la utilización de combustibles fósiles.
Sobre la Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en Agua Potable y Saneamiento
Al año 2030, se propone integrar la economía circular en las políticas, planes, programas y proyectos, con el objetivo de ofrecer servicios de agua potable y saneamiento que sean resilientes, de alta calidad, sostenibles, confiables, equitativos e inclusivos. Esta visión se centra en aplicar principios de cadenas de valor circular, enfatizando la conservación, restauración y protección de fuentes de agua, el uso eficiente del agua, la regeneración de aguas residuales, la recuperación de nutrientes y la valorización energética, todo en línea con los compromisos del ODS 6.
Bajo este marco, la Hoja de Ruta plantea cinco objetivos estratégicos: 1) fortalecer la gobernanza, las políticas y las regulaciones circulares; 2) fomentar la conservación de las fuentes de agua y los servicios resilientes e inclusivos; 3) promover la cultura, el consumo y las buenas prácticas circulares; 4) promover la circularidad del agua, la regeneración del agua, la valorización energética y la recuperación de otros subproductos con enfoque territorial; y 5) fomentar el mercado, los negocios y la innovación circular. Asimismo, se establecen 14 líneas de acción, y 19 indicadores y responsabilidades definidas para el cumplimiento de estos objetivos.
Es preciso indicar que el objetivo estratégico 2 (OE2) se alinea directamente a la modificación hecha en diciembre del 2023 al Decreto Legislativo 1280 “Ley del Servicio Universal de Agua Potable y Saneamiento”, que considera a las fuentes de abastecimiento de agua como parte del servicio de agua potable y saneamiento, aplicando el enfoque de circularidad. En efecto, el OE2 busca fomentar la conservación, restauración y protección de fuentes de agua mediante soluciones basadas en la naturaleza y soluciones híbridas (infraestructura gris y natural).
Asimismo, cabe precisar que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), mediante resolución ministerial, previa opinión favorable del Ministerio del Ambiente, puede actualizar, incorporar, modificar o integrar nuevas acciones y/o indicadores contenidos en la Hoja de Ruta, lo cual permitirá su permanencia y actualización según corresponda.
¿Por qué es importante la economía circular en el sector?
En el Perú aproximadamente 3 millones de personas no cuentan con acceso al servicio de agua potable, lo cual es una necesidad que debe ser atendida de manera prioritaria por parte del Estado. En este contexto, el sector rural aún está lejos de lograr una cobertura universal de agua en comparación con el sector urbano, generando que la brecha de cobertura de agua potable entre ambos siga ampliándose.
Por medio de la Hoja de Ruta se define la estrategia para transitar hacia una economía circular en los servicios de agua potable y saneamiento, asimismo, se contribuye a un trabajo coordinado entre los diferentes sectores. El instrumento busca no solo optimizar el uso del agua de manera eficiente, sino alcanzar su distribución equitativa en toda la población, en el ámbito rural como urbano.
En esa línea, el MVCS viene impulsando proyectos de acceso a agua potable y saneamiento con enfoque en la economía circular en Trujillo, Huancayo, Cusco, Puerto Maldonado, Tarapoto, Chincha y Cajamarca, que beneficiarían a más de 4 millones de peruanos.
Próximos pasos
El MVCS deberá aprobar en un plazo no mayor a 120 días hábiles el “Plan de Implementación de la Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en Agua Potable y Saneamiento al 2030”. En tanto, la Oficina General de Monitoreo y Evaluación del Impacto del MVCS será la encargada de monitorear el cumplimiento de las acciones contenidas en la Hoja de Ruta, de acuerdo al Plan de Implementación.