El sector del cobre, un mercado «extremadamente competitivo» con márgenes estrechos
Los productos que salen de la fábrica de Les Masies de Voltregà (Barcelona) solo pueden viajar hasta Europa y norte de África, en un radio de acción de hasta 1.600 o 2.000 kilómetros, más allá de ese kilometraje, pierden valor competencial
Cables de cobre en una imagen de archivo. /SHUTTERSTOCK
Inka y Oriol Guixà, consejera delegada y presidente de la multinacional especializada en cobre La Farga, conocen al detalle las singularidades de este mercado, al que califican como un sector «extremadamente competitivo», según señalan al unísono durante una entrevista con ‘activos’, el vertical de economía de Prensa Ibérica. Explican en este sentido que los productos que salen de su fábrica de Les Masies de Voltregà solo pueden viajar hasta Europa y norte de África, en un radio de acción de hasta 1.600 o 2.000 kilómetros; más allá de ese kilometraje, pierden valor competencial. Con una honrosa y destacada excepción, el material ferroviario: «Por las propias características del producto y porque tenemos capacidad para hacer todas las aleaciones. Esto nos ha posicionado a lo largo de los años como referentes a escala mundial», detalla Oriol Guixà.
En el mismo terreno, Inka Guixà subraya: «en un sector tan extremadamente competitivo como este, los márgenes son muy estrechos». «Por una diferencia de dos o tres euros en el precio de la tonelada [que puede estar en la actualidad en torno a 9.000 euros], los clientes dejarán de comprarnos», afirma. Y añade: «El valor del cobre sube y baja, pero nosotros desarrollamos hace muchos años un sistema que garantiza que la fluctuación del precio nos afecte en cuanto a financiación y gestión, pero no en la cuenta de resultados; es decir, la fluctuación en el precio del cobre nos da complejidad en la gestión, pero no más riesgo». En todo caso, señala a continuación: «A raíz del covid, de la crisis energética y de la crisis de suministros, nos hemos habituado a la incertidumbre del mercado y se ha puesto de relieve un cambio en el valor del producto».
Capacidad de resiliencia
A fuerza de ir afrontando situaciones complejas en grado sumo en los últimos años, la dirección de la compañía (personalizada en la figura de Inka Guixà) ha incorporado a su know how una capacidad de resiliencia también muy destacada y, probablemente, obligada. «¿El momento más duro para mí? Ha habido muchos y no sabría decir cuál lo fue más. Hemos pasado momentos muy complejos, en los que se ha requerido el esfuerzo de todos. La pandemia fue muy dura y supuso un riesgo empresarial junto a un riesgo emocional, pero la crisis energética nos obligó a tomar decisiones extremas, como algo que no está en nuestros esquemas: romper un contrato por imposibilidad de servir al cliente. Empezamos a respirar, por así decirlo, en 2023 pero tenemos asumido que nos movemos en un entorno incierto. De hecho, lo único cierto es la incertidumbre. Ya nos hemos habituado y preparado para ello, para afrontar los cambios constantes del mercado, del sector -al que todo afecta- y de la propia industria».
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Para que la empresa siga siendo competitiva y continúe alcanzando los objetivos marcados año tras año, la innovación permanente se encuentra en el propio ADN de La Farga YourCopperSolutions. Una innovación constante que está, por otra parte, profundamente imbricada con la sostenibilidad y la economía circular.
Apuesta por el reciclaje
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«Como compañía -recuerda y pone en valor Inka Guixà-, en los años 80 ya hicimos una apuesta muy firme por el reciclaje. Tenemos un proceso, único, que permite producir el semielaborado a partir de material 100% reciclado de la forma más eficiente posible». Así, argumenta que el alambrón que elaboran reduce las emisiones de CO2 de toda la cadena de valor en un 92%. «Siendo conscientes de que el mundo necesita cobre para desarrollarse, cabe además ser lo bastante inteligentes, industrialmente hablando, para hacer un uso eficiente de los recursos. Nuestro foco está puesto en cómo seguimos desarrollando la tecnología para que todo el material que pierde la vida útil vuelva a entrar en el circuito, y además lo haga de la manera más eficiente posible desde el punto de vista medioambiental. Aquí es donde nos hemos desarrollado de manera muy potente en términos de innovación. Hablamos de un claro ejemplo de economía circular», explica la CEO de la compañía.
Abundando en la materia, Oriol Guixà advierte por su parte: «Evolucionar el producto industrial desde un punto de vista de reducción de las emisiones de CO2 requerirá inversiones y, probablemente, aumentos de gasto para hacer ese producto. Por tanto, se requerirá también que la sociedad esté de acuerdo en pagar esos peajes. Hay que entender que, probablemente, los productos que no tengan huella de CO2 serán más caros. Quiero decir con ello que debemos ser cautelosos y buscar el equilibrio».