Queremos incrementar el volumen de recogida de RAEE
José Pérez García, CEO de Recyclia
Recyclia es la entidad que agrupa a las Fundaciones Ecopilas, Ecofimática y Ecoasimelec, que centran su actividad en la recogida selectiva y el reciclaje de los equipos y dispositivos eléctricos y electrónicos (RAEE) en desuso y de las pilas desechadas. Recyclia ha gestionado 396.669 toneladas de RAEE desde 2001 y más de 52.000 toneladas de pilas y baterías usadas desde el inicio de su actividad. Hablamos con el CEO de Recyclia, José Pérez García, sobre el impacto que esta actividad tiene en el planeta y en la economía del país.
¿Desde cuándo es obligatorio el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y de pilas y baterías en nuestro país?
La Ley de Residuos, de 1998, preveía acciones específicas para el reciclaje de pilas, pero no es hasta 2002 cuando surgen las primeras directivas europeas
sobre la gestión de RAEE y tres años más tarde se adaptan a la legislación española. Es entonces, en el 2005, cuando surge la obligatoriedad de la Responsabilidad Ampliada del Productor. Es decir, se establece que cada fabricante tiene que hacerse responsable del producto cuando llega al fin de su vida útil y, por ello, acude a los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP).
¿Cómo facilita Recyclia a sus empresas adheridas (fabricantes e importadores de aparatos electrónicos y de pilas y baterías) cumplir con sus obligaciones en materia de gestión ambiental de estos productos al finalizar su vida útil?
Hablamos de responsabilidad compartida porque, en este proceso, todos los actores tienen un rol importante: los productores, las plantas de tratamiento, los transportistas, la Administración Pública con su capacidad normativa, de inspección y control, y el ciudadano que debe colaborar depositando los residuos en los contenedores adecuados.
Aquí, diferenciamos entre el residuo doméstico y profesional porque, como estamos ayudando al cumplimiento de la responsabilidad del productor, cuando un fabricante pone un producto en el mercado no sabe quién lo va a comprar. Entonces, desde Recyclia ponemos contenedores en centros comerciales y puntos de venta, y tenemos acuerdos bilaterales con ayuntamientos o comunidades autónomas para gestionar los RAEE de los puntos limpios municipales.
¿Cómo ha contribuido a mejorar la tasa de reciclaje de este tipo de residuos en nuestro país?
Desde 2005, los datos de recogida han ido incrementándose. En un principio, se estableció la necesidad de reciclar, de media, 8 kg por habitante/año, pero luego se vio que no era un parámetro real porque no tenía en cuenta el volumen de productos que se ponían en el mercado. Entonces, se estableció el objetivo de reciclar el 45% de lo que se pone en el mercado y ahora estamos en el 65%. Año tras año, estamos incrementando el nivel de recogida, porque se va haciendo más eficiente, y estamos en vías de cumplir los objetivos europeos. Nuestro reto es recoger un mayor volumen de residuos al día con un menor coste.
Nuestro reto es recoger un mayor volumen de residuos al día con un menor coste
¿Por qué es tan importante la recogida selectiva y el reciclaje de RAEE, conocido de forma muy gráfica como minería urbana? ¿Qué beneficios ambientales ofrece?
La minería urbana es una consecuencia de la economía circular. Ante un proceso lineal de diseño, produce, consume y tira, la economía circular se basa en diseño, produce, deposita y vuelta de nuevo al proceso productivo. Eso da lugar a la minería urbana con dos claros beneficios. En primer lugar, evitamos un efecto contaminante porque reciclamos el residuo y, luego, tenemos un efecto de recuperación de materiales, con lo cual se castiga menos a la naturaleza al disminuir las prospecciones y extracciones.
Desde Ecopilas, hemos realizado un estudio que indica que, con las pilas que recogemos durante un año. recuperamos de promedio 1,7 toneladas de zinc y 1,9 toneladas de hierro, dos minerales que ya no proceden de una mina, sino de las pilas depositadas en los contenedores. Esto es la es la minería urbana, un procedimiento que, además de cuidar el planeta, genera una actividad económica complementaria con la consiguiente generación de puestos de trabajo.
Habla en términos socioeconómicos. ¿Cuáles son los principales impactos que destaca la tercera edición del “Informe Anual de Tendencias en la industria del reciclaje de RAEE y pilas en España”?
El informe parte de una base de análisis de la situación en términos de valor y de contribución al PIB del sector de reciclaje de RAEE y pilas y analizamos hacia dónde se van a orientar en el futuro las nuevas actividades.
En este sentido, hemos analizado la evolución de la movilidad eléctrica que ha tenido un impacto enorme en la creación de baterías para coches, motos, bicicletas y patinetes, así como de los paneles solares que vemos que tienen una importante contribución al PIB, la riqueza nacional, la creación de puestos de trabajo, etc.
En algunas áreas críticas, como es el litio que está presente en todas las baterías de equipos que usamos, ya hay procesos de recuperación y reutilización de todos los elementos. Los minerales vuelven íntegramente al proceso, mientras que hay productos que, a veces, tienen un nivel de reciclabilidad un
poco más limitado. Por ejemplo, en el caso de las impresoras hemos logrado reciclar el 95% de su composición.
Es necesario concienciar al usuario sobre el reciclaje del RAEE y ponérselo fácil
¿Qué medidas sería necesario adoptar para que el sector contribuyera aún más a la transición hacia una sociedad circular, sostenible y descarbonizada? ¿Qué demandas realizan desde Recyclia?
Por una parte, la Administración Pública debería reducir la burocracia a nivel documental e incrementar el control de los flujos ilegales que se puedan producir. Entendemos la necesidad de control, pero la burocracia desanima a las tiendas a querer ser punto de recogida y alcanzar esa capilaridad es muy importante. Y al usuario le pedimos que colabore cuanto más mejor, pero tenemos que ponérselo fácil y evitar que tenga que realizar largos trayectos
para ir a un punto limpio, pues le desincentiva. Si se potencian estos dos aspectos se podría mejorar mucho la efi ciencia del sistema de recogida y tratamiento.
Hacen campañas de sensibilización constantemente, ¿cuál es el nivel de concienciación ambiental de los ciudadanos y las empresas de nuestro país?
Es necesario concienciar al usuario y ponérselo fácil. Por una parte, hay que demostrar y acreditar la eficacia del reciclaje, explicarte que con un simple gesto estás ayudando a recuperar 1,7 toneladas de zinc cada día. El usuario debe tomar conciencia de que con un simple gesto está ayudando a tener un mejor entorno ambiental, una mejor recuperación y una mejor economía, pero también hay que ponérselo cómodo.
Hemos trabajado mucho en la capilaridad de los puntos de recogida, con más de 88.000 puntos de recogida de RAEE y pilas, y, por otro lado, realizamos campañas de comunicación de todo tipo, en función de la naturaleza de los productos. No es lo mismo difundir la necesidad del reciclaje de pilas y baterías, donde trabajamos mucho con colegios y en eventos deportivos, que por ejemplo una campaña sectorial muy concreta donde nos aliamos con prescriptores y youtubers para que fomenten el reciclaje en su sector.
Son iniciativas distintas, pero absolutamente necesarias e imprescindibles para que el usuario se convenza de que hace una labor positiva y necesaria. Pero, insisto, tenemos que ponérselo fácil.
¿Cuáles son los principales retos en los que están trabajando?
A nivel sectorial, el objetivo que siempre tenemos presente es incrementar el volumen de recogida. Para ello tenemos que optimizar la capilaridad de los puntos de recogida y culminar los procesos de colaboración con las comunidades autónomas a efectos de campañas de comunicación y poder instrumentalizarlas adecuadamente. Asimismo, a nivel de Administración Pública, es importante reducir el flujo de residuo ilegal y, ahí, es clave el establecimiento de medidas para controlar esos residuos que tienen valor.