Retos de la Economía Circular de España
El Confidencial y Ence lanzan Planeta Circular, un pódcast para abordar la economía circular desde ángulos como la sostenibilidad, la transformación del modelo económico o la celulosa
Por EC Brands En pocos años, la economía circular ha pasado de ser un concepto semidesconocido a convertirse en una obligación para empresas privadas, administraciones públicas e incluso ciudadanos. Todo ello girando en torno a seis palabras esenciales: compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar. Son las seis acciones que hay que llevar a cabo sobre todo tipo de materiales y productos, con el objetivo de alargar el ciclo de vida de todo lo que consumimos.
Esa es la filosofía que sigue Planeta Circular, el pódcast lanzado por El Confidencial y Ence con el objetivo de apoyar un mundo sostenible. A lo largo de los capítulos, el programa reflexionará sobre asuntos como la economía circular, la sostenibilidad, la celulosa o la transformación del modelo económico español, entre otros asuntos.
En el primer capítulo, que puede escucharse sobre estas líneas o en este enlace, hablamos con José María Fernández Alcalá, director de Economía Circular en Ihobe, la sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno vasco. Con él abordamos las tres batallas que giran en torno a este campo y que corresponden a tres agentes de la sociedad: las instituciones públicas, las empresas privadas y los ciudadanos.
Las tres patas: administraciones, empresas y ciudadanos
Respecto a la lucha de gobiernos y administraciones públicas, Fernández Alcalá recuerda que, «a nivel europeo, la economía circular ha sido asumida a través del Pacto Verde Europeo, que sí ha marcado una agenda muy importante y con hitos muy claros en los próximos años para hacer esta transformación». Sobre los tres grandes objetivos (alcanzar la neutralidad climática en 2050, mejorar la competitividad de las empresas y llevar a cabo una transición justa y equitativa que no deje a nadie atrás), «la ruta está marcada; el reto es la transformación del modelo económico hacia una economía circular», afirma.
¿Y qué pasa con las empresas? ¿Están apostando de verdad por la economía circular o, más allá del discurso, hay pocas iniciativas concretas? El experto hace una primera diferenciación: «Por un lado, están las empresas que hacen una apuesta clara para transformar su modelo de negocio y emplear la economía circular para aprovechar sus ventajas; y por otro, las que tienen más maquillaje o ‘greenwashing». Y es que, en su opinión, «el objetivo no es hacer ver que uno es verde, sino serlo de verdad para aprovechar sus ventajas competitivas y generar nuevas oportunidades de negocio».
«La ciudadanía prefiere productos medioambientalmente mejores e incluso está dispuesta a pagar más por ellos»
Quizá la pata más cambiante sea la de los ciudadanos. Por una parte, cada vez estamos más concienciados, pero también hay quien no se acerca del todo al discurso de la circularidad. Las razones pueden ser variadas: desde la pereza a la sensación de inutilidad.
Y es que, ¿para qué se va a plantear un ciudadano hacer mínimos gestos en su día a día si en realidad su consumo es insignificante en comparación con el de empresas e instituciones públicas? Fernández Alcalá tiene claro que «la ciudadanía prefiere productos medioambientalmente mejores que aquellos que no lo son, e incluso está dispuesta a pagar más por ellos». El siguiente reto, según el experto, pasa por «darle los instrumentos adecuados para disponer de información objetiva y actuar conforme a ella en su proceso de compra».
La ruta, por tanto, está marcada. España, como el resto de países de su entorno, está dando pasos hacia la economía circular; ahora tiene el reto de seguir haciéndolo, ya sea asumiendo objetivos más ambiciosos, transformando el modelo de negocio de las empresas o cambiando de forma definitiva nuestros hábitos diarios.