Norilsk y Rusal crearían una súper empresa rusa de metales
Norilsk Nickel (níquel) y Rusal (aluminio) se fusionarían para crear un gigante de US$ 60.000 millones y blindarse contra las sanciones.
Noticia en Rusia que anticipó Financial Times: «Norilsk Nickel ha iniciado conversaciones con Rusal por un acuerdo para forjar un campeón de metales industriales de US$ 60.000 millones que se encuentre mejor posicionado para resistir el impacto de las sanciones occidentales contra Rusia.»
Vladimir Potanin mencionó la necesidad de “adquirir una estabilidad adicional contra las sanciones” contra Rusia, blindaje que podría lograrse diversificando la base de accionistas de Norilsk.
Potanin, propietario de Interros, que tiene 36% de Norilsk, habla con Rusal que tiene 26%, o sea que entre ambos tienen mayoría de 62%.
“Recibimos de Rusal una oferta de fusión de Norilsk Nickel y Rusal”, dijo Potanin al canal de negocios ruso RBC. “Hemos reconsiderado la idea… nos permitiría crear uno de los mayores productores de metales del mundo, con un valor de mercado de acciones combinado de US$ 60.000 millones.»
Para poner esa cifra en perspectiva: un líder indiscutido en materias primas, Glencore, está valorada en US$ 55.000 millones.
- Norilsk es un proveedor crucial para la industria automotriz, produce níquel para baterías de vehículos eléctricos, así como paladio para los convertidores catalíticos que limitan las emisiones tóxicas en los automóviles de combustible fósil e híbridos. La industria europea del acero inoxidable también es una gran compradora de níquel.
- Rusal es el mayor proveedor de aluminio fuera de China y su metal es utilizado por los fabricantes de automóviles occidentales, así como por la industria aeroespacial.
La estrategia
Las acciones de Rusal subieron 5%, mientras que las de Norilsk bajaron 11% por temor a que se modifique su generosa política de dividendos.
Los analistas coincidieron en que la empresa emergente sería más difícil de sancionar.
Suponiendo que se produzca una fusión a los precios actuales de las acciones, la participación de Potanin se reduciría a 28%, mientras que Rusal tendría 25% de la empresa fusionada, según Kirill Chuyko, analista de BCS Global Markets.
Pero tendría menor riesgo geopolítico.
Es obvio que Occidente se opone y comenzó a buscarle consideraciones negativas acerca de la sinergia posible.
Rusal compró su participación en Norilsk hace 14 años y ha chocado con Potanin por la política de dividendos de la empresa.
Norilsk ha pagado algunos de los dividendos más altos en la industria minera, pero Potanin dijo que los pagos no podían continuar porque han cambiado las prioridades.
Se esperaba un pacto de accionistas en el 2do. semestre. Y entonces apareció esta novedad.
A diferencia de la mayoría de los multimillonarios rusos, Potanin había logrado eludir las sanciones occidentales, y compró empresas tales como Rosbank, de Société Générale, y una participación en el banco Tinkoff.
Pero ahora el Reino Unido y Canadá sancionaron a Potanin por su control de Rosbank.
Potanin dijo que las sanciones no afectaron sus negocios tales como Norilsk.
Rusal fue sancionada por USA entre abril de 2018 y 2019, medida que provocó un aumento en los precios mundiales del aluminio y el caos en las cadenas de suministro de fabricación internacionales. Luego USA revisó esa medida.
El fundador de la empresa, Oleg Deripaska, cedió el control de Rusal.
Potanin reconoció la falta de sinergias en un acuerdo con Rusal, pero dijo que una fusión podría justificarse con otros argumentos, incluida la idea de crear un líder mundial en metales necesarios para la transición energética.
Y tendría más posibilidades de obtener el apoyo estatal para expandirse.
Potanin ha sido director ejecutivo de Norilsk desde 2012.