El modelo de València: El agua del siglo XXI
Por FuturENVIRO. València es una ciudad conocida internacionalmente por muchas razones, entre ellas las vinculadas a su relación con los recursos hídricos: València es Albufera, es el regadío ancestral de la huerta que la rodea y ejemplo de aprovechamiento ordenado de los caudales del Turia que simboliza el Tribunal de las Aguas.
Sin embargo, la relación entre València y el agua no es solo una tradición de siglos que permanece. En los últimos 15 años, la tecnología y el conocimiento surgido del abastecimiento urbano de la ciudad y su entorno metropolitano se han convertido en un modelo para otras ciudades, que buscan situarse a la vanguardia imitando los avances en digitalización y explotación de datos experimentados en València y que tienen su máximo exponente en el llamado “gemelo” digital.
En el Centro de Control de Vara de Quart, la instalación de la que surge el gemelo, se opera la red de abastecimiento de agua de València y área metropolitana. Son 200 kilómetros de red de transporte con tuberías que van desde los 40 a los 160 centímetros por las que circula el agua procedente de las potabilizadoras de Picassent (Júcar) y Manises (Turia) hasta las calles de la ciudad y de 48 municipios más.
La gestión del complejo abastecimiento está encomendada a la Empresa Mixta Metropolitana Sociedad Anónima (EMIMET), con competencias en el servicio de agua en alta, la producción y el suministro hasta el punto de distribución municipal, donde en el caso de la ciudad de València entra en acción Emivasa, la empresa mixta creada por el Ayuntamiento de València y el Grupo Global Omnium, que también participa en el accionariado de EMIMET.
Tecnología
El suministro de agua al área metropolitana de Valéncia requiere monitorizar y analizar cientos de parámetros hidráulicos y de calidad de las aguas en tiempo real. En función de los datos que llegan al Centro de Control de Vara de Quart, se accionan válvulas y bombeos para garantizar que el agua llega a las industrias y hogares.
La sensorización y digitalización de esta extensa red desembocó en la creación de un Centro de Procesado de Datos de Tecnología de Operación (CPD-OT), desde el que se monitorizan y actúa sobre 220 instalaciones de telemando. En los paneles del centro de control se reciben en continuo más de 300 datos sobre presión de tuberías, 226 sobre caudales, 68 de calidad del agua, 44 bombeos, 166 válvulas motorizadas y 4 turbinas hidráulicas que generan energía.
Arantxa Gamón, una de las responsables de Centro de Control, explica que toda la red genera cada segundo 1700 datos, permite la monitorización de 15 000 indicaciones de alarmas y ha proporcionado ya 15 millones de registros diarios almacenados de valores hidráulicos, eléctricos o de calidad de las aguas. “Los equipos de telecontrol se encargan de recoger estos datos, procesarlos y convertirlos en información en tiempo real para el operador de la sala de control o bien para el almacenamiento de datos y su posterior análisis en modelos de red”, añade.
Además de la monitorización, el sistema implantado en València permite también operar la red, bien convirtiendo las órdenes enviadas por los operadores de la sala en acciones sobre elementos como válvulas, bombas, etc., o facilitando la entrada de algoritmos inteligentes desarrollados por Global Omnium que garantizan la correcta operación de la red.
El centro de control, que permanece atendido 24 horas al día durante 7 días a la semana emitió durante el último año 301 490 órdenes, traducidas en acciones, bien directamente por el operador o a consecuencia de los algoritmos implantados en el sistema.
A este cúmulo de informaciones, garantizadas por un sistema de telecomunicaciones blindado frente a ataques cibernéticos, hay que sumar las que proporcionan cerca de 450 000 contadores con telelectura situados en la ciudad de València y que ofrecen millones de datos en tiempo real sobre parámetros de consumo.
Así al centro de control, capaz de operar la red en base a información en tiempo real, se añade la posibilidad de realizar simulaciones en el gemelo digital sobre cómo se comportará la red ante determinadas acciones de los técnicos responsables o por el impacto de eventos externos como episodios de calor extremo, roturas, etc.
En ese sentido, el consejero delegado de Global Omnium, Dionisio García Comín, subraya la importancia de superar la fase en la que millones de datos se acumulan en un “silo” sin aprovechamiento, lo que requiere un esfuerzo de investigación como el desarrollado por Global Omnium en los últimos años y que ha desembocado en su plataforma tecnológica GoAigua, aplicada en más de 400 empresas suministradoras de agua en todo el mundo.
Las ventajas del modelo de València son evidentes: en el ámbito doméstico se ha producido una reducción del 60% en las reclamaciones por estimaciones de consumo. Mensualmente se detectan una media de 470 fugas de gran magnitud y 1250 de pequeña magnitud en las instalaciones interiores de los clientes cuya rápida reparación ha ahorrado 200 000 metros cúbicos a los abonados. En conjunto, la implantación de la telectura en València ha conseguido un ahorro de 3,4 hectómetros cúbicos que se traduce en la no emisión de 950 toneladas anuales de CO2.
Según los responsables de GoAigua, la plataforma tecnológica de Global Omnium, basada en el modelo pionero de València, permite reducir el agua no facturada, detectar las fugas invisibles, optimizar la vida útil de las instalaciones, reducir costes, conservar el agua o mejorar la resiliencia del sistema de abastecimientos frente a eventos extremos como los que puede acarrear el cambio climático.