Hoy no alcanzan la infraestructuras globales para reciclar todo el plástico que consumimos
La contaminación por plásticos crece sin cesar mientras la gestión de residuos y el reciclaje se quedan cortos, según la OCDE. Por FuturENVIRO
Según un nuevo informe de la OCDE, el mundo produce el doble de residuos plásticos que hace dos décadas, la mayor parte de los cuales acaban en vertederos, incinerados o filtrados al medio ambiente, y sólo el 9% se recicla con éxito. En vísperas de las conversaciones de la ONU sobre la acción internacional para reducir los residuos de plástico, el primer informe de la OCDE Perspectivas del Plástico Mundial muestra que, mientras el aumento de la población y de los ingresos impulsa un incremento incesante de la cantidad de plástico que se utiliza y se tira, las políticas para frenar su fuga al medio ambiente se quedan cortas.
Según el informe, casi la mitad de los residuos de plástico se generan en los países de la OCDE. Los residuos de plástico generados anualmente por persona varían entre los 221 kg de Estados Unidos y los 114 kg de los países europeos de la OCDE y los 69 kg de media de Japón y Corea. La mayor parte de la contaminación por plásticos procede de la recogida y eliminación inadecuadas de los residuos plásticos de mayor tamaño, conocidos como macroplásticos, pero también son motivo de grave preocupación las fugas de microplásticos (polímeros sintéticos de menos de 5 mm de diámetro) procedentes de elementos como los gránulos de plástico industriales, los tejidos sintéticos, las marcas viales y el desgaste de los neumáticos.
Los países de la OCDE son responsables del 14% de las fugas totales de plástico. Dentro de este porcentaje, los países de la OCDE representan el 11% de las fugas de macroplásticos y el 35% de las de microplásticos. Las Perspectivas señalan que la cooperación internacional para reducir la contaminación por plásticos debería incluir el apoyo a los países de menores ingresos para que desarrollen una mejor infraestructura de gestión de residuos y reduzcan sus fugas de plásticos.
El informe concluye que la crisis de COVID-19 provocó un descenso del 2,2% en el uso de plásticos en 2020 al ralentizarse la actividad económica, pero el aumento de la basura, de los envases de comida para llevar y de los equipos médicos de plástico, como las mascarillas, ha impulsado el aumento de la basura. Al reanudarse la actividad económica en 2021, el consumo de plásticos también ha repuntado.
La reducción de la contaminación por plásticos requerirá la adopción de medidas y la cooperación internacional para reducir la producción de plásticos, entre otras cosas mediante la innovación, un mejor diseño de los productos y el desarrollo de alternativas respetuosas con el medio ambiente, así como esfuerzos para mejorar la gestión de los residuos y aumentar el reciclaje.
En más de 120 países existen prohibiciones e impuestos sobre los plásticos de un solo uso, pero no son suficientes para reducir la contaminación general. La mayoría de las normativas se limitan a artículos como las bolsas de plástico, que representan una parte mínima de los residuos plásticos, y son más eficaces para reducir la basura que para frenar el consumo de plásticos. Los impuestos sobre el vertido y la incineración que incentivan el reciclaje sólo existen en una minoría de países. Las Perspectivas reclaman un mayor uso de instrumentos como los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor para los envases y los bienes duraderos, los impuestos sobre los vertederos, los sistemas de depósito y devolución y los sistemas de pago por vertido.
La mayoría de los plásticos que se utilizan hoy en día son plásticos vírgenes -o primarios-, fabricados a partir de petróleo o gas. La producción mundial de plásticos reciclados -o secundarios- se ha cuadruplicado con creces, pasando de 6,8 millones de toneladas (Mt) en el año 2000 a 29,1 Mt en 2019, pero esto sigue siendo solo el 6% del tamaño de la producción total de plásticos. Es necesario hacer más para crear un mercado separado y que funcione bien para los plásticos reciclados, que todavía se consideran sustitutos del plástico virgen. El establecimiento de objetivos de contenido reciclado y la inversión en tecnologías de reciclaje mejoradas podrían contribuir a que los mercados secundarios fueran más competitivos y rentables.
Algunas de las principales conclusiones del informe:
- El consumo de plástico se ha cuadruplicado en los últimos 30 años, impulsado por el crecimiento de los mercados emergentes. La producción mundial de plásticos se ha duplicado entre 2000 y 2019 hasta alcanzar los 460 millones de toneladas. Los plásticos representan el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
- La generación mundial de residuos plásticos se duplicó con creces entre 2000 y 2019, hasta alcanzar los 353 millones de toneladas. Casi dos tercios de los residuos de plástico provienen de plásticos con una vida útil inferior a cinco años, con un 40% procedente de los envases, un 12% de los bienes de consumo y un 11% de la ropa y los textiles.
- Sólo el 9% de los residuos de plástico se recicla (el 15% se recoge para su reciclaje, pero el 40% se elimina como residuo). Otro 19% se incinera, el 50% acaba en el vertedero y el 22% evade los sistemas de gestión de residuos y va a parar a vertederos incontrolados, se quema en fosas abiertas o acaba en medios terrestres o acuáticos, especialmente en los países más pobres.
- En 2019, 6,1 millones de toneladas (Mt) de residuos plásticos se filtraron a los medios acuáticos y 1,7 Mt llegaron a los océanos. Se estima que actualmente hay 30 Mt de residuos plásticos en los mares y océanos, y otros 109 Mt se han acumulado en los ríos. La acumulación de plásticos en los ríos implica que las fugas hacia los océanos continuarán durante décadas, incluso si los residuos plásticos mal gestionados pudieran reducirse significativamente.
- Teniendo en cuenta las cadenas de valor mundiales y el comercio de plásticos, alinear los enfoques de diseño y la regulación de los productos químicos será clave para mejorar la circularidad de los plásticos. Un enfoque internacional de la gestión de residuos debería llevar a movilizar todas las fuentes de financiación disponibles, incluida la ayuda al desarrollo, para ayudar a los países de ingresos bajos y medios a hacer frente a unos costes estimados en 25 000 millones de euros al año para mejorar las infraestructuras de gestión de residuos.