Nódulos polimetálicos para la economía verde
Los nódulos polimetálicos son minerales que yacen sobre el lecho marino de Argentina y otros lugares del mundo. Su importancia en la sustentabilidad y el debate. Fuente Urgente.com
Los nódulos polimetálicos aparecen en el debate de la sustentabilidad como otra opción viable para transformar la extracción de minerales en un proceso más verde. Los nódulos contienen grandes cantidades de cobre, manganeso, níquel y cobalto, así como otros minerales en cantidades más pequeñas. Argentina tiene una gran oportunidad por delante.
Como menciona Foreign Policy, las alternativas de energía verde como paneles solares, molinos de viento, automóviles eléctricos parecen limpias y también al alcance de la mano. Sin embargo, también requieren grandes cantidades de minerales: cobalto, manganeso, cobre, níquel. Los autos eléctricos, por ejemplo, están hechos con aproximadamente seis veces más minerales que los vehículos convencionales, y cantidades tan asombrosas simplemente no están disponibles ahora.
Sin embargo, la academia está dividida. Mientras que algunos afirman que la extracción de los nódulos aliviaría la presión de la minería en tierra en un momento en que los rendimientos de los minerales están cayendo y los costos ambientales y sociales están aumentando. Si se puede hacer de manera eficiente y a escala, la extracción del lecho marino podría reducir el costo de los vehículos eléctricos, aumentar sus ventas y disminuir las emisiones.
Otros como, la Deep Sea Conservation Coalition, que abarca prácticamente a todas las organizaciones líderes en conservación de los océanos, ha pedido una moratoria de 10 años sobre dicha minería hasta que se comprendan mejor sus efectos. La minería de los fondos marinos «destruiría irreversiblemente los antiguos hábitats de las profundidades marinas, afectaría a quienes obtienen su sustento del océano (por ejemplo, de la pesca) y corre el riesgo de perturbar el mayor sumidero de carbono del planeta», advirtió el grupo en un llamado público a la acción.
Escenario complejo
La Agencia Internacional de Energía predice que entre 2020 y 2040, en un escenario en el que el mundo está en camino de cumplir los objetivos del Acuerdo de París, la demanda de cobre se triplicará, el manganeso aumentará 8 veces, el níquel 19 veces y el cobalto 21 veces.
¿De dónde vamos a sacar los minerales para la energía verde? Ahí es cuando Argentina puede aprovechar esta oportunidad.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, que es parte del sistema de la ONU con sede en Kingston, Jamaica, ya ha pasado siete años redactando reglas precisas sobre cómo los nódulos polimetálicos pueden recolectarse responsablemente del fondo marino. Porque aunque parece una solución viable, su extracción no es nada sencilla.
Foreign Policy describió cómo sería este proceso. La minería no implicará excavación ni dragado: un «rastreador» automatizado con orugas succionará los nódulos polimetálicos y los enviará por un tubo a un barco de producción que flota a 15.000 pies de altura, creando una columna de lodo que, según las pruebas iniciales, eventualmente se asentará de vuelta al lecho marino (aunque se discute la rapidez con que se mueve), como un camión que viaja por una pista del desierto. Este año, se realizó con éxito una prueba realizada por la empresa minera Global Sea Mineral Resources, hasta que la oruga se atascó en el fondo del mar.
En el barco, se enjuagarán los nódulos polimetálicos. Luego serán transferidos a un barco de transporte de mineral que los entregará a una fundición en tierra, probablemente en USA. El agua fangosa que queda del proceso de enjuague no se liberará en la superficie, donde podría dañar la vida marina, sino que se enviará de regreso a través de un segundo tubo que termina a media profundidad, tentativamente establecido en 4,000 pies.
Se estima que el 95% de la columna de lodo volverá a asentarse en el fondo, pero algunos biólogos marinos y científicos pesqueros consideran que el último 5% en el medio del agua es un peligro. La vida marina a esa profundidad es relativamente abundante, incluso si no se pesca allí. El atún, en particular, podría verse afectado, ya que se alimenta de algunas de las especies que nadan en esta zona mientras migran hacia y desde la superficie.
El proceso además de ser complicado es costoso. Hasta ahora, Google, BMW, Volvo y Samsung se han comprometido a no utilizar metales de nódulos hasta que se sepa más sobre el efecto de la minería en el lecho marino.
Así lucen los nódulos polimetálicos.
En julio de 2021, Ana Carolina Ronda, una argentina investigadora del CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía, formó parte de una campaña oceanográfica internacional. El buque oceanográfico se adentró en la zona del océano Pacífico conocida como Clarion Clipperton, entre México y Hawaii, un área en la que compañías internacionales tienen interés de realizar actividades de extracción de nódulos polimetálicos. La investigadora argentina declaró:
Se cree que en el futuro estos nódulos podrían ser la manera de hacer baterías sustentables, por ejemplo, de celulares o de paneles solares, porque, una vez que son extraídos, pueden reutilizarse infinitamente.
Los nódulos polimetálicos se encuentran en muchas partes de los océanos del mundo, pero predominan en la zona Clarion Clipperton.
Oportunidad para Argentina
Aunque no hay un claro panorama de que vaya a pasar en un futuro con la explotación y/o extracción de los nódulos polimetálicos, es un activo estratégico del Atlántico Sur y sin duda hay que tenerlo en cuenta. Las tensiones por los límites de las plataformas continentales claramente incluyen los minerales del lecho marino, no podemos ser tan ingenuos de pensar que sólo es por territorio.