Joan Lluís Ferrer. Cada segundo en España, 405 latas, botellas y briks acaban enterradas, quemadas o abandonadas, un problema que está en vías de solución gracias al impulso que puede suponer el Sistema de Depósito y Retorno (SDDR) de envases, una fórmula que ya funciona en muchos países europeos y que es más eficaz que el sistema de contenedores de reciclaje.
Devolver a la tienda una botella de plástico de agua, una lata de refresco, un brik de zumo o una botella de cristal de cerveza y recuperar el dinero previamente dejado como depósito podría ser una realidad en España en poco tiempo.
La enmienda a la Ley de Residuos que acaba de ser presentada conjuntamente en el Parlamento por los grupos parlamentarios de Unidas Podemos, En Común Podem y Galicia En Común y el Partido Socialista abre el camino para la llegada definitiva del Sistema de Depósito y Retorno (SDDR) a España, un sistema que se empleaba ya hace bastantes décadas de forma espontánea por parte de muchos comercios de alimentación.
“Se trata de un compromiso histórico del Gobierno ante las continuas reivindicaciones de la sociedad civil para poner fin al despilfarro de recursos que suponen los 35 millones de latas, botellas y briks que cada día se pierden en España y acaban en un vertedero, en una planta incineradora o abandonadas en nuestras calles, caminos, ríos y playas”, ha declarado en un comunicado la entidad Retorna, que promueve la implantación del SDDR en España, como ya tienen desde hace año numerosos países europeos.
La Ley de Residuos debe trasponer las nuevas directivas comunitarias de residuos, por lo que la apuesta por volver a vender las bebidas con depósito, recuperando y modernizando así el hábito de ‘devolver el casco’, pone a España al nivel de los países más comprometidos con la lucha contra los plásticos de un solo uso.
Hasta la fecha, el Estado español ha sido noticia en Europa en materia de residuos por el incumplimiento de objetivos y la amenaza de sanciones por parte de Bruselas, pero esta enmienda podría abrir un nuevo camino en la gestión de residuos. Y es que en 2029, todos los estados miembros deberán recoger selectivamente el 90% de las botellas de plástico y el Sistema de Depósito es, a juicio de los expertos, la manera de garantizar el cumplimiento de este objetivo.
«El Sistema de Depósito es una medida disruptiva porque significa un cambio total en la forma de gestionar los residuos en general. Al poner un valor real al residuo, este deja de serlo y pasa a ser un recurso. Y esto es aplicable a la mayoría de residuos que hoy se producen, algunos de alto valor como los móviles o aparatos electrónicos y otros de alto impacto como los escombros de demolición y rehabilitación”, ha declarado el presidente honorífico de Retorna, Domingo Jiménez Beltrán.
“La aplicación del Sistema de Depósito a los envases es no solo un gran paso en sí mismo, sino que además muestra una vía disruptiva hacia el deseable y nada utópico residuo cero», añade.
Las entidades que integran Retorna celebran este paso y esperan un compromiso firme de los diferentes grupos parlamentarios para que se materialice lo antes posible.
Las 10 claves del sistema más ecológico de reutilización de envases
1.Un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno consiste en dejar una pequeña cantidad económica (10-20 céntimos) cuando compras una bebida que recuperas en el momento de devolver el envase vacío a cualquier tienda o supermercado.
2.Aplica a todos los envases de aguas, cervezas, refrescos y zumos, sea cual sea su material, porque son los envases que más se consumen fuera de casa y los más susceptibles a ser abandonados.
3.40 regiones del mundo ya venden las bebidas con depósito y se consigue recuperar una media del 90% de los envases de bebidas. En Portugal ya han legislado a favor de un Sistema de Depósito y se pondrá en marcha en breve.
4.Es una práctica que convive con cualquier otro sistema de gestión de residuos, ya que es complementaria con los contenedores de colores o el sistema puerta a puerta, que siguen ocupándose del resto de flujos de materiales.
5.La medida no tiene costes para la administración estatal ni autonómica y genera ahorros a los ayuntamientos, ya que no tienen que gestionar la recogida, tratamiento y limpieza del 20% en volumen de los residuos municipales.
6.El comercio cobra por cada envase recuperado y decide si gestionar el retorno de latas, botellas y briks de manera automática o manual. En Alemania, por ejemplo, el 80% de los puntos de retorno son manuales y el 20% automático.
7.No se trata de una tasa, impuesto o canon, sino de una fianza que se recupera una vez devuelto el envase a la tienda o supermercado, por lo que los precios no deben verse alterados.
8.Reduce en un 50% las emisiones de CO2 de la gestión de los residuos de envases de bebidas comparado con el sistema actual. Uso de la logística inversa: los camiones que reparten comida y bebida recogen los envases devueltos en vez de volver vacíos.
9.Permite la transparencia y la trazabilidad de cada una de las latas, botellas y briks puestos en el mercado. Asegura que productores y envasadores se hagan cargo al 100% de los envases de bebidas que generan.
10.El Gobierno solo legisla. Las marcas de bebidas y las cadenas de supermercados deben gestionar el sistema.
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